viernes, 20 de octubre de 2017

La ansiedad.



La ansiedad es un sentimiento generalizado de preocupación. Cuando se da sin razón aparente en forma de miedo excesivo a un objeto, de un ataque repentino de pánico o de una preocupación constante, se trata de un trastorno de ansiedad. La ansiedad es un estado común entre una gran cantidad de personas, pero manifestada de diferentes maneras y con distintos grados de urgencia. En muchas ocasiones, la ansiedad está relacionada con otros términos, los cuales obedecen a otros estados que pueden alimentar o ser parte de la ansiedad. El estrés, el temor, nerviosismo, angustia o tensión.

La ansiedad no siempre debe ser considerada como algo negativo. En algunas circunstancias, la ansiedad podría metaforizarse como el combustible o el impulso que mueve a una persona, en una situación de riesgo o de amenaza. Todos sentimos ansiedad y estrés de vez en cuando. Hay situaciones que suelen despertar sentimientos de ansiedad como, por ejemplo, cumplir plazos de entrega ajustados, obligaciones sociales importantes o conducir con mucho tránsito. Esta ansiedad leve puede ayudar a mantenerlo alerta y concentrado para enfrentarse a situaciones amenazadoras o difíciles. Pero las personas que sienten temor extremo y preocupaciones que perduran pueden estar lidiando con trastornos de ansiedad. 

La frecuencia e intensidad de este tipo de ansiedad es a menudo debilitante e interfiere con actividades diarias. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y eficaz, las personas que tienen trastornos de ansiedad pueden llevar vidas normales. La espiritualidad, en personas creyentes y más aún si son santas, como Teresa de Ávila, recurren a Dios con oraciones como la que ella hacía: Nada te turbe, nada te espante, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene, nada le falta: sólo Dios basta”.
Indudablemente hay varios tipos principales de trastornos de ansiedad. Cada uno tiene características particulares. Las personas con trastornos de ansiedad generalizados tienen miedos o preocupaciones recurrentes como, por ejemplo, la salud o la situación económica, y con frecuencia tienen una sensación constante de que algo malo está por suceder. La causa de estos sentimientos intensos de ansiedad puede ser difícil de identificar. Sin embargo, los temores y preocupaciones son muy reales e impiden muchas veces que las personas se concentren en sus tareas diarias.

Pero, puede haber formas inadecuadas de enfrentar la ansiedad, acudiendo al uso de drogas, sean permitidas o prohibidas. Arturo, ¿Le pasó a veces que consumió alcohol u otras drogas porque con ellas buscaba superar estados de ansiedad?

  • El trastorno de pánico implica sentimientos repentinos, intensos y no provocados de terror y pavor. Por lo general, las personas que tienen este trastorno desarrollan mucho miedo respecto a cuándo y cómo se producirá su próximo ataque de pánico, y en consecuencia a menudo limitan sus actividades.

  • Un trastorno relacionado incluye fobias, o miedos intensos, respecto a determinados objetos o situaciones. Las fobias específicas pueden incluir situaciones como encontrarse con determinados animales o volar en avión, mientras que las fobias sociales incluyen miedo con relación a entornos sociales o lugares públicos.

  • El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por sentimientos o pensamientos persistentes, incontrolables y no deseados (obsesiones) y rutinas o rituales que realizan las personas para tratar de evitar o para liberarse de estos pensamientos (compulsiones). Ejemplos de compulsiones comunes incluyen lavarse las manos o limpiar la casa en exceso por temor a los gérmenes, o verificar algo una y otra vez para detectar errores.

  • Algunas personas que tienen graves traumas físicos o emocionales, como por ejemplo, los producidos por un desastre natural o un accidente o delito grave pueden experimentar un trastorno de estrés postraumático. Los pensamientos, sentimientos y patrones de conducta se ven seriamente afectados por recuerdos de estos sucesos, a veces durante meses o incluso años después de la experiencia traumática.
Los síntomas como el temor extremo, falta de aire, taquicardia, insomnio, nauseas, temblores y mareos son comunes en estos trastornos de ansiedad. Aunque pueden producirse en cualquier momento, los trastornos de ansiedad surgen con frecuencia en la adolescencia o en el inicio de la adultez. Hay algunas evidencias de que los trastornos de ansiedad son hereditarios. Aparentemente, los genes, así como las primeras experiencias de aprendizaje en las familias, hacen que algunas personas sean más propensas que otras a padecer estos trastornos.

Si no se tratan, los trastornos de ansiedad pueden tener consecuencias graves. Por ejemplo, algunas personas que tienen ataques de pánico recurrentes evitan a toda costa ponerse en situaciones que temen podrían desencadenar un ataque. Esta conducta evasiva puede crear problemas si está en conflicto con requisitos del trabajo, obligaciones familiares u otras actividades básicas de la vida diaria.       
Muchas personas que tienen trastornos de ansiedad no tratados son propensas a otros trastornos psicológicos, como depresión, y tienen una mayor tendencia al abuso de alcohol y otras drogas. Sus relaciones con familiares, amigos y compañeros de trabajo pueden volverse muy tirantes y su desempeño laboral puede decaer.

Primera parte del programa radial Espiritualidad, familia y adicciones del 11-09-2014, puede descargar y escuchar el programa completo desde el enlace PROGRAMA RADIAL