Mito:
La
participación
de
los
niños
significa
que
hay
que
escoger
a
un
niño
para
que
represente
las
perspectivas
y
opiniones
de
los
niños
en
una
reunión
de
adultos.
Realidad:
Los
niños
no
son
un
grupo
homogéneo
y
no
es
posible
esperar
que
un
niño
represente
los
intereses
de
otros
niños
de
edades,
razas,
origen
étnico
y
géneros
diferentes.
Los
niños
tienen
que
participar
en
sus
propias
reuniones
donde
pueden
mejorar
sus
aptitudes,
definir
las
prioridades,
comunicarse
a
su
manera
y
aprender
de
los
otros
niños.
De
esta
manera,
los
niños
están
mejor
capacitados
para
tomar
sus
propias
decisiones
sobre
quién
debe
representar
sus
intereses
y
de
qué
manera
les
gustaría
que
se
presentaran
sus
puntos
de
vista.