Este
tipo de adicción afecta por igual tanto a hombres como a mujeres.
Años atrás eran los hombres los grandes apostadores, generalmente a
las carreras de caballos; pero hoy en día son muchas las mujeres que
gastan grandes sumas de dinero en salas de bingo y casinos. Algunas
de ellas sólo buscan emoción, pero otras comienzan a jugar porque
necesitan el dinero desesperadamente y creen que el juego es una
salida.
Personalidad característica
Existe una serie de constantes en la personalidad de las personas adictas al juego. El jugador tratará, de cualquier forma, de recuperar las pérdidas hasta que se quede sin dinero. Jugará casi todos los días de la semana y gastará todo su dinero en el juego.
Ocultará
a su familia y a sus amigos que juega mientras le sea posible, y
generalmente se considerará un jugador muy hábil. Eludirá todo
contacto con personas como consecuencia de las deudas acumuladas y no
hará otra cosa que pensar en el juego. Pedirá dinero prestado,
hasta llegar a robar o tal vez vender sus bienes personales y
familiares para mantener su hábito. Todo esto le puede acarrear
graves consecuencias en su vida profesional y familiar.
Muchos
jugadores se vuelven irritables y malhumorados a medida que sus
deudas se van acumulando, incluso pueden aparecer episodios de
violencia familiar. Son personas ansiosas y depresivas. En ocasiones,
la gran cantidad de deudas acumuladas pueden llevar a un jugador al
suicidio.
Generalmente
al verdadero jugador adicto no le entusiasma ganar, sino el juego en
si mismo. Necesita de la "emoción" de mostrar la carta,
tirar los dados u oír la voz del llamador del bingo, igual que un
adicto a las drogas necesita de su dosis habitual.
Tratamiento
El
jugador que se está rehabilitando necesitará de la ayuda tanto de
su médico, psicóloga, psiquiatra como de su familia y comunidad. Debe adaptar su rutina diaria a la
nueva situación para evitar cualquier tentación, debiendo
mantenerse alejado de los centros de apuesta y máquinas de juego.
Ref.
:
www.taringa.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario