Esta
Palabra de Dios, que nos ama, nos invita a elegir la vida y a
renunciar a todo elemento que la dañe, la destruya o la mate como es
el uso de drogas perjudiciales para la salud y la vida…
La marihuana
es una droga depresora del Sistema Nervioso Central, tiene decenas de
elementos psicoactivos; el más potente es el THC, que tiene su
propio receptor en el cerebro. El THC es soluble en grasa, por lo que
dura alrededor de 1 mes en el organismo, al ser fumado pasa a la
sangre y es transportado rápidamente al hígado, pulmones y los
tejidos grasos, como el cerebro. El THC, o
delta-9-tetra-hydro-cannabinol, tiene un receptor específico en el
cerebro que facilita su asimilación. Existe en el cuerpo humano una
sustancia similar al THC, la anandamida cuyas utilidades se
desconocen, pero el THC se queda durante semanas en el cerebro humano
dificultando las sinapsis en determinados lugares cerebrales. Su
eliminación variará de cada persona. La acumulación de THC en las
neuronas entorpece las funciones cerebrales, provoca grandes déficits
de memoria a corto plazo, disminuye la capacidad de aprendizaje y de
concentración; produce letargo, paranoias y problemas de movilidad.
El THC podría generar problemas psiquiátricos en aquellos usuarios
crónicos con una condición esquizofrénica pre-existente.
Los
centros de atención psiquiátrica están llenos de esquizofrénicos
cuyo estado de locura lo deben al uso de marihuana. Si se mezcla el
consumo marihuana con alcohol, puede ocasionar mareos o lipotimias,
"amarillo", a causa de la acción vasodilatadora del
alcohol y el aumento de consumo cerebral de oxígeno por fumar
cannabis; es decir, el cerebro pasa a necesitar más oxígeno de lo
normal y dispone de una cantidad menor. El cerebro dirige todas las
funciones del resto de los órganos del cuerpo: los movimientos, la
visión y demás sentidos, es el substrato de la inteligencia humana,
de la memoria, de los deseos, sentimientos y emociones. La especie
humana fue creada para usar y cuidar su cerebro; pero el cannabis lo
destruye poco a poco.
Pero, no daña sólo el cerebro, también los
bronquios y pulmones: causando más daño que el cigarrillo. La BBC
publicitó un estudio realizado por un laboratorio en Nueva Zelanda y
publicado en la revista Thorax, sostiene que fumar un cigarrillo de
cannabis causa el mismo daño que fumar cinco cigarrillos de tabaco
uno detrás del otro y el tabaco está matando a más de 40 personas
cada día en Chile. La investigación se hizo con 339 voluntarios que
fueron clasificados en cuatro grupos: los que sólo fumaban cannabis,
los que sólo fumaban tabaco, los que fumaban de los dos y los que no
fuman nada. Los fumadores de marihuana mostraron síntomas como
silbido respiratorio, tos, presión en el pecho y producción
excesiva de flemas. La marihuana también redujo el número de los
pequeños conductos respiratorios encargados de transportar oxígeno
y limpiar las sustancias de desecho desde y hacia los vasos
sanguíneos en los pulmones. Asimismo se encontraron daños en los
conductos respiratorios superiores, como los bronquios, obstruyendo
el flujo de aire y forzando a los pulmones a trabajar más.
Además
de lo ya señalado, la marihuana produce síndrome amotivacional; es
decir, deja de interesarse por estudiar, por trabajar y por asumir
las responsabilidades propias de su estado, afectando lógicamente el
rendimiento en los estudios, en el trabajo, la responsabilidad en el
hogar o en el compromiso social. Y su consumo está en la escalada de
aquellos que actualmente consumen drogas más dañinas.
El
consumidor de marihuana experimenta entonces dificultad para recordar
cosas, somnolencia, ansiedad, paranoia, es decir, sentirse perseguido
y que las personas "están en su contra", también sufren
de percepción alterada del tiempo. El usar marihuana por un largo
tiempo hace que algunas personas pierdan el interés en el colegio,
trabajo, en las relaciones y otras actividades. Además puede
ocasionar problemas con la ley. Usar marihuana puede ser
especialmente peligroso en ciertas situaciones tales como cuando va a
atravesar una calle como peatón y más aún cuando está manejando.
Los siguientes son algunos de los efectos físicos comunes producidos
por el uso de marihuana: Tremores, es decir tembladera, náuseas,
dolor de cabeza, empeoramiento de la coordinación, problemas
respiratorios, aumento del apetito, disminución del flujo de sangre
que va al cerebro, alteraciones dañinas en los órganos
reproductores. Tal como el tabaco, la marihuana contiene muchas
substancias químicas que pueden lesionar los pulmones y causar
cáncer. Un cigarrillo de marihuana puede ocasionar más daño a los
pulmones que muchos cigarrillos de tabaco puesto que la marihuana
contiene más alquitrán y usualmente se fuma sin filtros (BBC
Mundo, 28 de agosto de 2012).
El
uso persistente de marihuana, particularmente entre adolescentes,
deteriora significativamente y de forma irreversible las funciones
cerebrales, afirma un estudio. La investigación, una de las más
amplias que se han llevado a cabo sobre este vínculo, siguió
durante más de 20 años a un grupo de unos 1.000 jóvenes en Nueva
Zelanda. El equipo internacional de investigadores encontró que los
que habían comenzado a usar marihuana antes de cumplir los 18 años
-cuando su cerebro estaba aún desarrollándose- mostraban una
reducción "significativa" en su coeficiente intelectual
El
estudio, dirigido por la profesora Madeline Meier de la Universidad
de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos, analizó el impacto
del uso de marihuana en varias funciones neuropsicológicas de 1.037
individuos nacidos entre 1972 y 1973.
Los
científicos siguieron a los participantes hasta que cumplieron 38
años.
Llevaron
a cabo estudios cuando eran niños, antes de que empezaran a usar la
droga, y posteriormente entrevistándolos de forma continua.
Para
obtener los resultados los investigadores tomaron en cuenta factores
como dependencia de alcohol o tabaco, uso de otras drogas y el número
de años en educación.
Encontraron
que los participantes que habían usado persistentemente marihuana
mostraban un "amplio deterioro" en varias áreas
neuropsicológicas, como funcionamiento cognitivo, atención y
memoria. Los individuos que usaban la droga de forma persistente -que
la habían fumado al menos cuatro veces a la semana año tras año
durante su adolescencia, sus 20 años y, en algunos casos, sus 30
años- mostraron una reducción en su coeficiente intelectual (CI).
Entre
más fumaba el individuo, mayor la pérdida en el CI, dicen los
científicos.
Y
el efecto fue más marcado en aquéllos que comenzaban a fumar
marihuana siendo adolescentes. Por ejemplo, los investigadores
encontraron que los que habían comenzado a usar la droga en la
adolescente y siguieron usándola durante años mostraron una
reducción promedio de ocho puntos en el CI.
Y
el daño era irreversible. Al dejar de usarla o reducir su uso no
lograron restaurar completamente su pérdida de CI. Deterioro
evidente. El estudio, publicado en Proceedings
of the National Academy of Sciences (PNAS),
Actas de la Academia Nacional de Ciencias, dice que "el uso
persistente de marihuana durante 20 años estuvo asociado con un
deterioro neuropsicológico, y el mayor deterioro era más evidente
entre los usuarios persistentes".
"Colectivamente,
estos resultados son consistentes con la especulación de que el uso
de marihuana en la adolescencia, cuando el cerebro atraviesa su
desarrollo crítico, puede tener efectos neurotóxicos", dicen
los autores. La profesora Terrie Moffitt, del Instituto de
Psiquiatría del King's College de Londres, quien participó en el
estudio, afirma que estos resultados tienen un impacto significativo
en nuestro entendimiento de los peligros del uso de marihuana.
"Esta
investigación requirió un extraordinario esfuerzo científico",
le explica la científica a la BBC". Seguimos a casi 1.000
participantes, analizamos sus capacidades mentales siendo niños
antes de que usaran marihuana y los analizamos posteriormente 25 años
más tarde, cuando algunos de los participantes se habían convertido
en usuarios crónicos".
"Los
participantes fueron honestos sobre abuso de la sustancia porque
confiaron en nuestra garantía de confidencialidad, y 96% de los
participantes originales continuaron en el estudio desde 1972 hasta
ahora". (La científica agrega que "es un estudio tan
especial que ahora puedo decir con seguridad que la marihuana es
segura para los cerebros mayores de 18 años, pero es peligrosa para
los menores de 18 de años". En
referencia a que es segura para los cerebros mayores de
18 años, lo
orgánico es solo un aspecto de nuestro ser, su
deterioro
no es condición exclusiva
para
sufrir las
consecuencias
de las adicciones.
Por
su parte Robin Murray, profesor de psiquiatría del King's College de
Londres, que no participó en la investigación, le comenta a la BBC
que el estudio es "una investigación extraordinaria")…."Éste
es probablemente el grupo de individuos que ha sido más intensamente
estudiado en el mundo y, por lo tanto, los datos son muy buenos".
"Hay
muchos informes anecdóticos de que los usuarios de marihuana tienden
a ser menos exitosos en sus logros educativos, matrimonios y
ocupaciones".
"Este
estudio ofrece una explicación de porqué puede ocurrir".
"Sospecho
que estos resultados son verdaderos. Y será muy importante
replicarlos para poder iniciar campañas públicas de educación para
la gente conozca estos riesgos", agrega el experto.
Primera
parte del programa radial Espiritualidad, familia y adicciones del
06-09-2012, puede descargar y escuchar el programa completo desde el
enlace PROGRAMA RADIAL.
EXCELENTE INFORMACION, espero se pueda ampliar en una proxima oportunidad para que puedan hablar sobre los beneficios que esta planta puede aportar cuando se le da el uso debido, como es en la Medicina que trata casos severos como Cancer, Sida, Paralisis Cerebral, etc....
ResponderEliminarPero es obvio que las consecuencias estan en las personas que le dan Mal Uso.... NO A LAS DROGAS, SI A LA VIDA!! Shalom