La ansiedad es un
sentimiento generalizado de preocupación. Cuando se da sin razón aparente en
forma de miedo excesivo a un objeto, de un ataque repentino de pánico o de una
preocupación constante, se trata de un trastorno de ansiedad. La ansiedad es un
estado común entre una gran cantidad de personas, pero manifestada de
diferentes maneras y con distintos grados de urgencia. En muchas ocasiones, la
ansiedad está relacionada con otros términos, los cuales obedecen a otros
estados que pueden alimentar o ser parte de la ansiedad. El estrés, el temor,
nerviosismo, angustia o tensión.
La ansiedad no
siempre debe ser considerada como algo negativo. En algunas circunstancias, la
ansiedad podría metaforizarse como el combustible o el impulso que mueve a una
persona, en una situación de riesgo o de amenaza. Todos sentimos ansiedad y
estrés de vez en cuando. Hay situaciones que suelen despertar sentimientos de
ansiedad como, por ejemplo, cumplir plazos de entrega ajustados, obligaciones
sociales importantes o conducir con mucho tránsito. Esta ansiedad leve puede
ayudar a mantenerlo alerta y concentrado para enfrentarse a situaciones
amenazadoras o difíciles. Pero las personas que sienten temor extremo y
preocupaciones que perduran pueden estar lidiando con trastornos de
ansiedad.
La frecuencia e
intensidad de este tipo de ansiedad es a menudo debilitante e interfiere con
actividades diarias. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y eficaz, las
personas que tienen trastornos de ansiedad pueden llevar vidas normales. La
espiritualidad, en personas creyentes y más aún si son santas, como Teresa de
Ávila, recurren a Dios con oraciones como la que ella hacía: Nada te turbe,
nada te espante, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios
tiene, nada le falta: sólo Dios basta”.
Indudablemente hay
varios tipos principales de trastornos de ansiedad. Cada uno tiene
características particulares. Las personas con trastornos de ansiedad
generalizados tienen miedos o preocupaciones recurrentes como, por ejemplo, la
salud o la situación económica, y con frecuencia tienen una sensación constante
de que algo malo está por suceder. La causa de estos sentimientos intensos de
ansiedad puede ser difícil de identificar. Sin embargo, los temores y
preocupaciones son muy reales e impiden muchas veces que las personas se
concentren en sus tareas diarias.
Pero, puede haber
formas inadecuadas de enfrentar la ansiedad, acudiendo al uso de drogas, sean
permitidas o prohibidas. Arturo, ¿Le pasó a veces que consumió alcohol u otras
drogas porque con ellas buscaba superar estados de ansiedad?
- El trastorno de pánico implica sentimientos repentinos, intensos y no provocados de terror y pavor. Por lo general, las personas que tienen este trastorno desarrollan mucho miedo respecto a cuándo y cómo se producirá su próximo ataque de pánico, y en consecuencia a menudo limitan sus actividades.
- Un trastorno relacionado incluye fobias, o miedos intensos, respecto a determinados objetos o situaciones. Las fobias específicas pueden incluir situaciones como encontrarse con determinados animales o volar en avión, mientras que las fobias sociales incluyen miedo con relación a entornos sociales o lugares públicos.
- El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por sentimientos o pensamientos persistentes, incontrolables y no deseados (obsesiones) y rutinas o rituales que realizan las personas para tratar de evitar o para liberarse de estos pensamientos (compulsiones). Ejemplos de compulsiones comunes incluyen lavarse las manos o limpiar la casa en exceso por temor a los gérmenes, o verificar algo una y otra vez para detectar errores.
- Algunas personas que tienen graves traumas físicos o emocionales, como por ejemplo, los producidos por un desastre natural o un accidente o delito grave pueden experimentar un trastorno de estrés postraumático. Los pensamientos, sentimientos y patrones de conducta se ven seriamente afectados por recuerdos de estos sucesos, a veces durante meses o incluso años después de la experiencia traumática.
Los síntomas
como el temor extremo, falta de aire, taquicardia, insomnio, nauseas, temblores
y mareos son comunes en estos trastornos de ansiedad. Aunque pueden producirse
en cualquier momento, los trastornos de ansiedad surgen con frecuencia en la
adolescencia o en el inicio de la adultez. Hay algunas evidencias de que los
trastornos de ansiedad son hereditarios. Aparentemente, los genes, así como las
primeras experiencias de aprendizaje en las familias, hacen que algunas
personas sean más propensas que otras a padecer estos trastornos.
Si no se
tratan, los trastornos de ansiedad pueden tener consecuencias graves. Por
ejemplo, algunas personas que tienen ataques de pánico recurrentes evitan a
toda costa ponerse en situaciones que temen podrían desencadenar un ataque.
Esta conducta evasiva puede crear problemas si está en conflicto con requisitos
del trabajo, obligaciones familiares u otras actividades básicas de la vida
diaria.
Muchas
personas que tienen trastornos de ansiedad no tratados son propensas a otros
trastornos psicológicos, como depresión, y tienen una mayor tendencia al abuso
de alcohol y otras drogas. Sus relaciones con familiares, amigos y compañeros
de trabajo pueden volverse muy tirantes y su desempeño laboral puede decaer.
Primera
parte del programa radial Espiritualidad, familia y adicciones del 11-09-2014,
puede descargar y escuchar el programa completo desde el enlace
PROGRAMA RADIAL